Cuando te levantas con ganas de preparar algo dulce para ya, vas a la cocina y descubres que apenas tienes huevos para hacer un bizcocho, y piensas que la solución es hacerte un Bizcocho sin Huevos o sino, unas galletas.
Y en esa estás, buscando una rápida receta de galletas nueva, cuando te pican a la puerta y de pronto te ves en las manos con el nuevo libro de "Recetas de Rechupete", Postres de Rechupete.
Ya dejas todo lo que estás haciendo, te olvidas de las recetas que estabas mirando, y empiezas a pasar las páginas y a decir, esta la tengo que hacer, y esta, y esta, y esta....
Y así como quien no quiere la cosa, con el libro aun calentito, te ves en la cocina sacando los ingredientes para preparar una receta de galletas... esa nueva receta, esa receta rápida que querías preparar y que de la mano de Alfonso de Rechupete, te llegó cuando mas lo necesitabas podríamos decir.
Sólo que ahora me surge un gran problema... quiero hacer demasiadas recetas del libro, que peligro que tiene este Alfonso con este libro de Postres, muy bien denominado... De Rechupete.
Así que sin mas dilación, os dejo esta receta que me ha sacado de un apuro y de este antojo que tenía y que os dejo tal cual la tiene él escrita en su nuevo libro, aunque luego os pondré unas notas con mis variaciones.
Muchísimas Gracias Alfonso por este libro tan bien cuidado y por esta fantástica selección de recetas.
GALLETAS QUEBRADAS DE LICOR
* 50 gr. de azúcar moreno
* 50 gr. de azúcar glace
* 250 gr. de harina de repostería
* 125 gr. de mantequilla fría
* ½ cucharadita tipo postre de polvo de hornear o impulsor (Royal o alguna marca de confianza)
* 50 ml. de licor de caramelo o el que mas te guste
* 1 chorrito de leche entera mezclada con un poco de esencia de vainilla para ligar la masa (unos 20 ml. aproximadamente)
* Azúcar glace para rebozar (al gusto, aunque tenéis que tener en cuenta que lleva dulce de leche)
Juntamos en un bol grande los ingredientes secos (harina, azúcares y polvo de hornear) y los mezclamos bien removiendo con una varilla. Añadimos la mantequilla fría cortada en dados a la harina y el azúcar hasta obtener una textura arenosa, lo mezclamos todo muy bien con un tenedor o unas varillas (podemos hacerlo a mano y será más fácil, aunque es mejor hacerlo con las varillas pues así evitamos que la masa coja temperatura).
Añadimos el licor de caramelo o el alcohol que más os guste, (en el horno se carameliza al calentarse y evaporarse el alcohol, y os dejará un aroma impresionante). Mezclamos bien con una espátula hasta que empiece a ligarse la masa. Si no somos capaces de formar una bola, podemos añadir un chorrito de leche entera, suele ser necesario porque si no la masa se complica. Yo, además, añadí una cucharadita de postre de esencia de vainilla, para darle un poco más de aroma.
Sacamos la masa a la superficie de trabajo (la encimera de la cocina va perfecta) y amasamos muy ligeramente, lo justo para formar un rulo que envolveremos en papel film o plástico y dejaremos reposar 15 minutos en el congelador.
Precalentamos el horno a unos 180ºC con calor arriba y abajo; es importante porque la masa es muy fácil de manejar una vez que esté fría, con lo que cortaremos rulos y rápidamente las porciones irán directas al horno.
Preparamos la bandeja del horno con papel vegetal o sulfurizado. Sacamos la masa del congelador y, con un cuchillo la cortamos en rebanadas o rulos de algo menos de 1 centímetro de espesor. Rebozamos bien estas rebanadas en azúcar glace por ambos lados y las colocamos sobre la bandeja de horno que tenemos preparada (deben tener suficiente espacio de separación entre unas y otras; no suben mucho, pero así evitamos que se peguen, unos 2 cm. son suficientes). Debería salir una hornada de 12, si queréis más sólo tenéis que multiplicar las cantidades.
Horneamos durante unos 20 minutos aproximadamente a 180º C en la bandeja del medio con aire arriba y abajo (el tiempo depende del horno de cada uno: en algunos serán 15 minutos, y en otros 25). Se ve perfectamente cuando están listas porque los bordes van cogiendo un color dorado.
Sacamos las galletas del horno, dejamos que se endurezcan y enfríen y las desmoldamos. Las guardamos en un recipiente hermético para que no se ablanden y están de vicio, para repetir.
Para hacerlas más ricas todavía las podéis rellenar, con otros ingredientes: el dulce de leche es una gran opción, pero para los más chocolateros os aseguro que un poco de Nutella o Nocilla les va de lujo.
NOTA: Aquí os aclaro unas cosillas sobre la receta.
El azúcar negrita que yo uso es el azúcar moscabado o moscovado, que es húmedo, y no se si será por ese mismo motivo, que en mi masa no tuve que añadir ese chorrín de leche que Alfonso dice de añadir para trabajar mejor la masa.
Si la hubiera añadido, me habría quedado una masa muy pegajosa. Así que yo la leche la pondría como opcional.
Como él decía de usar un Licor a nuestro gusto, aproveché un Orujo de café que está tan fuerte que es fuego al beberlo, y para poner en repostería me viene perfecto. Eso si.. no consigo que el sabor del café se me mantenga en las galletas que hago (como me pasó en estas Galletas de Café) y no quiero usar Aroma de café :-(
Y Alfonso nos dice que le salen 12 galletas, a mi me han salido 20, así que como todo... depende del ancho que hagamos el rulo.
Y un último aporte mas... y no me riñas Alfonso por tantos apuntes jeje, en mi horno estuvieron... ni 15, ni 25 minutos... sino 20 :-)
Ahhhh... y como pone la receta de Alfonso, él las rellena, cosa que yo no hice, primero.. no me gusta el chocolate, ni la Nutella, ni la Nocilla y segundo... me tengo terminantemente prohibido el Dulce de Leche... me pierde ... ummm
Además, personalmente, creo que las galletas así tal cual... están de lujo.