* Grupo Gastro Trinquet recupera otro espacio emblemático de Valencia, como ya hiciera con El Trinquet de Pelayo o Vaqueta Gastro Mercat.
* Tras una profunda remodelación, el nuevo restaurante logra
conservar el carácter costumbrista, actualizando el interiorismo y el
recetario.
* Baldo rinde tributo a la Valencia de los años 50, cuando
el centro de la ciudad era un hervidero de arte, deporte, farándula y cafés
teatro.
Casa Baldo ya viste nuevo traje. Más apuesto y sofisticado,
pero igual de valenciano y costumbrista. El emblemático negocio de la calle
Ribera, dividido en tres locales, conserva su carácter histórico, en una
reapertura que le debemos a Grupo Gastro Trinquet. Una empresa restauradora que
tiene por costumbre la recuperación de espacios históricos de la ciudad, como
ya sucedió en La Roqueta con El Trinquet de Pelayo o en Ciutat Vella con
Vaqueta Gastro Mercat. Todos comparten un mismo tributo, precisamente por ese
primer restaurante, Pelayo Gastro Trinquet, que nació en la Catedral de la
pilota valenciana. La pasión por este deporte y la actualización del recetario
valenciano son los dos fundamentos esenciales del joven grupo hostelero.
Así se constata en su última apertura, Casa Baldo, que nació
en 1915, en el epicentro de la Valencia señorial. Un establecimiento ligado a
la época del espectáculo, la farándula y los cafés-terraza, como la cafetería Lauria,
Barrachina, Casa Balanzá y el Café Metropol, que serán esenciales en el nuevo
ciclo. Por todo ello, aunque se ha acometido una profunda restauración de este
espacio histórico, a cargo del estudio Janfri & Ranchal, también se ha
optado por mantener las divisiones de espacios -hasta tres locales diferenciados,
más un comedor privado- y algunos elementos de épocas anteriores, como las ventanas
de madera originarias o la recopilación de objetos y fotografías históricas
relacionados con la pilota valenciana, que han sido recuperadas en colaboración
con David Sarasol, director del Museu de la Pilota en Genovés. Además, en otro
homenaje al diseño y la cultura valenciana, se han integrado piezas como la
mano de pilotari del artista fallero Manolo García o los murales de cerámica
valenciana del artesano Xavier Claur.
Explican los responsables del grupo que su sello de
identidad es transformar sitios “clásicos, emblemáticos y con solera” en
espacios actualizados “para asegurarles una segunda vida”. También en lo
referente a la oferta gastronómica, que una vez más queda a cargo del socio y
chef Pablo Margós. “Lucimos la despensa mediterránea, esta vez con más barra y
charcutería, además de una fuerte base de arroces tradicionales y de autor”,
detalla. Todo ello sin renunciar a los habituales de la casa: sepia con
mayonesa, gilda, bravas y la clásica ensaladilla de ahumados, siempre con su
toque personal.
Desde que Baldo se despidiera en febrero de 2021, afectado
por un duro contexto de pandemia, la ciudad andaba llorando la pérdida de otro
clásico en las inmediaciones de la Plaza del Ayuntamiento. Como una de las
especialidades de Grupo Gastro Trinquet es revitalizar negocios en lugares
clave -ya lo hizo en la calle Pelayo o en el Mercat Central-, repetirán algunas
dinámicas anteriores. El nuevo restaurante se podrá disfrutar, tanto en los
diferentes salones interiores como en una gran terraza a las calles Forners y
Ribera, con horario ininterrumpido y todos los días de la semana. Habrá
propuestas para desayunar, a la hora del almuerzo -otro de los grandes fuertes
de este grupo gastronómico-, picaeta con vermú, comida tradicional y, por
supuesto, la posibilidad de cenar de manera desenfadada en la barra o más sosegadamente en cualquiera de sus cuatro salones interiores.
En lo relativo a la oferta gastronómica, el restaurante
manifiesta un profundo respeto por las recetas mediterráneas, basadas en el
mercado, la proximidad y la temporada, pero como bien explican, no tiene prejuicios
a la hora de rejuvenecer el recetario clásico. De este modo, los comensales
encontrarán los entrantes clásicos que tanto gustan en el Trinquet, como el
buñuelo cremoso o la titania marinera, pero también encontrarán más barra,
laterío y charcutería, a base de jamón, gildas, torreznos, matrimonios,
bocadillos por la mañana... Tampoco faltará una buena oferta de verduras y
mariscos, carnes y pescados a la brasa, y la base fundamental del arroz. Margós
siempre se mueve entre la ortodoxia -paella valenciana, arròs al forn, arroz de
puchero- y las versiones de autor -cocotxas encebolladas con coliflor-.
La correcta iluminación en los establecimientos de hostelería es fundamental para crear un ambiente agradable y acogedor para los clientes. Además, una iluminación bien diseñada puede ayudar a destacar ciertos aspectos del local y mejorar la experiencia del cliente.
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