Hacía ya tiempo que pensaba en hacer esta receta, pues cada vez la veía mas por las redes y me podía la curiosidad de probar tanto el resultado como su elaboración, ya que había estado leyendo miles de recetas, elaboraciones y al final... la curiosidad me pudo.
Así que sin querer ir a lo fácil, esta receta me resultó interesante y luego probar con un horneado en el que tienes que estar muy pendiente del horno por los cambios de temperaturas.
Calentamos a baja temperatura la leche con el queso y la mantequilla, removiendo y mezclándolo todo bien hasta que quede homogéneo. Retiramos del fuego antes de que comience a hervir.
Añadimos la harina y la Maizena cuando la anterior preparación aun está tibia y mezclamos perfectamente.
Incorporamos las yemas de huevo y volvemos a mezclar hasta que esté todo bien integrado y quede cremoso.
Montamos las claras de huevo con el azúcar y vamos incorporando poco a poco con movimientos envolventes y circulares muy suavemente a toda la preparación anterior
Usamos un molde de 18 cm. (en mi caso 21 cm.) al que ponemos en la base papel antiadherente y añadimos la masa. Con ayuda de un palillo removemos la masa con cuidado y golpeamos la masa, para retirar las posibles burbujas que queden en la masa.
Esta receta es espectacular. Sale un pastel estupendo y no es complicado.
ResponderEliminarEs super sencillo y por eso bien que merece la pena
Eliminar¡Este pastel japonés es una maravilla! Repetiré pronto seguro.
ResponderEliminarEs un vicio una vez que lo has hecho una vez
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