FINCA LA TORRE ARRANCA SU COSECHA ANTES DE LO HABITUAL: LA MISMA CALIDAD EXTRAORDINARIA DE SIEMPRE A PESAR DE UNA MENOR PRODUCCIÓN POR LAS DURAS CONDICIONES CLIMATOLÓGICAS
* La premiada almazara malagueña adelanta la recolección de la aceituna a mediados de septiembre como consecuencia del calor y la prolongada sequía, que ha afectado notablemente al sector oleícola; la cosecha durará aproximadamente hasta finales de octubre, un período más reducido de lo normal, dando como resultado un aceite exclusivo y de una calidad única en España.
Las adversas condiciones climáticas que han azotado el país en los últimos meses han dado de lleno en el sector oleícola. Las altas temperaturas, las intensas y numerosas olas de calor y la prolongada sequía han obligado a la almazara malagueña Finca La Torre a adelantar la recolección de la aceituna. Así, el que es uno de los proyectos más reconocidos del sector en nuestro país empezó a mediados de septiembre —en torno a 15 días antes de lo habitual— la recogida del fruto con el que produce sus afamados aceites de oliva virgen extra.
FINCA LA TORRE: PRODUCTORA DE ALGO ÚNICO
La almazara malagueña Finca La Torre, con 11 años de exitosa trayectoria, tiene al ingeniero agrónomo Víctor Pérez como alma mater del proyecto, al frente de un modelo de producción y elaboración ecológico y biodinámico que consigue sacar el mayor partido al olivar de su finca propia. Situada en Bobadilla, a quince minutos del centro de Antequera, cuenta con 380 hectáreas, entre pastos, pinares y olivares, compuestos estos últimos por un 50 % de olivos centenarios de la variedad hojiblanca —es la estrella de la gama de AOVES— y el 50 % restante por olivos nuevos de las variedades arbequina, picudo y cornicabra, de intensísimos aroma y sabor. En Finca La Torre, consiguen, mediante un delicado tratamiento del fruto, extraerle todo el potencial a cada variedad. El proceso comienza por una recolección temprana y sigue con la extracción en frío para que el fruto mantenga intactas sus propiedades. El secreto está en recoger la cantidad que la almazara puede molturar en el día. Así, además de potenciar al máximo su aroma, su sabor y su textura, se garantizan sus propiedades saludables (antioxidantes como la vitamina E, los polifenoles, etc.).
Además, comprometidos con la sostenibilidad, Finca La Torre cuenta con placas solares para cubrir parte de sus necesidades mediante un sistema verde. Del mismo modo, la almazara forma parte de "Olivares Vivos", un proyecto en torno a la olivicultura que busca revertir la degradación de los espacios dedicados a la producción de aceite. Para ello, se apuesta por incrementar la rentabilidad del olivar a partir de la recuperación de la biodiversidad. Para este proyecto demostrativo, desarrollado en diferentes espacios, se apuesta por la introducción de ciertas prácticas, como el manejo de cubiertas herbáceas y la plantación de diversas especies arbóreas, arbustivas y herbáceas y se aboga por la creación de elementos funcionales para albergar fauna, tales como cajas nido o la implantación de charcas y bebederos. Gracias a los animales que proliferan entre los olivos de Finca La Torre, es posible avistar aves autóctonas, tales como arrendajos, búhos y lechuzas.
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