* El Gremio de Panaderos y Pasteleros de Valencia, con el patrocinio de la Diputación de Valencia, celebra el mantenimiento de una tradición con tres siglos de vida.
* El altísimo nivel de los hornos y pastelerías de la ciudad y provincia de Valencia han puesto muy difícil la decisión del jurado.
«Cuando los Decretos de Nueva Planta, en el siglo XVIII, prohibieron festejar la entrada de Jaume I a Valencia el 9 de octubre, los confiteros de Valencia crearon dulces con la forma de los petardos prohibidos (piulets i tronadors). Junto a ellos se elaboraron también frutas y hortalizas de mazapán, en referencia a la fertilidad de la huerta y también a las hortalizas que los moros regalaron a la esposa de Jaume I, la reina Doña Violante de Hungría. Estos mazapanes se envolvían en un pañuelo (mocador) y se regalaban a la persona amada. Y esta costumbre ha permanecido hasta hoy, manteniendo viva una tradición muy nuestra», ha recordado Juanjo Rausell, presidente del Gremio de Panaderos y Pasteleros de Valencia.
Y para premiar el mantenimiento de esta tradición, la creatividad, el buen hacer y el arte de los panaderos y pasteleros valencianos, el Gremio de Panaderos y Pasteleros de Valencia, con el patrocinio de la Diputación de Valencia, celebra la XL edición de su tradicional Concurso de Sant Donis. En él se premia al mejor escaparate/tienda y la mejor mocadorà. Y con ellos se quiere reconocer calidad y variedad de estos sabrosos y vistosos dulces, así como la composición y presentación artística del escaparate/tienda.
Los ganadores han sido:
MODALIDAD MOCADORÀ:
1º David-Esteve Pastisseria (Burriana, 17 - Valencia)
2º Forn Llatzer (Aparicio Albiñana, 5 – Valencia)
3º Pastelería Galán (Av. Corts Valencianes, 92 - Albal)
MODALIDAD ESCAPARATE:
1º David-Esteve Pastisseria (Burriana, 17 - Valencia)
2º Forn Llatzer (Aparicio Albiñana, 5 - Valencia)
3º Pastelería Galán (Av. Corts Valencianes, 92 - Albal)
Tal y como ha señalado el presidente del Gremio de Panaderos y Pasteleros de Valencia «año tras año los hornos y pastelerías valencianos se esfuerzan más por hacer un producto de calidad y decorar sus escaparates para que luzcan estas pequeñas y coloridas obras de arte, de manera que el jurado cada vez lo tiene más difícil elegir a los premiados». Por ello Juanjo Rausell invita a los valencianos a seguir manteniendo la tradición de regalar la Mocadorà, ya sea de los establecimientos premiados o de los hornos de barrio que se llenan de color y sabor con las frutas de mazapán y los pañuelos o mocadors.
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