Cuando hace un tiempo preparé el “Bizcocho Elvis Presley”, como ya decía en la receta, leí que se podía preparar sin precalentar previamente el horno, sino que introducir la masa directamente en el horno en frío.
En ese momento no me atreví a hacerlo pues de siempre había escuchado que si los hornos no estaban bien calientes, los bizcochos no desarrollarían y no subirían, quedando duros.
Pero hace unos días volví a ver y leer sobre los bizcochos que se hacen sin necesidad de precalentar el horno, que es algo que viene por lo que he leído, de cuando empezaron a aparecer en las casa las estufas de gas (frente a los hornos de leña) a principios del s. XX y para que se pudieran hornear este tipo de bizcocho incluso en los cálidos días de verano.
No se si sirve para todo tipo de recetas, porque he visto que ambas recetas, tanto esta como el Bizcocho Elvis Presley, son similares (incluso en su cantidad desmesurada de azúcar… pero un día es un día).
Es cierto que no queda un bizcocho a lo mejor tan esponjoso como los que solemos preparar, pero su miga tiene una textura ligeramente como cremosa y el punto como caramelizado de la tierna corteza, hace que sea en conjunto una experiencia totalmente positiva.
Ahora solo me queda probar con alguna receta de algún bizcocho “tradicional” este modo de hornear desde frío, para ver si sirve para todo tipo de bizcochos.
En ese momento no me atreví a hacerlo pues de siempre había escuchado que si los hornos no estaban bien calientes, los bizcochos no desarrollarían y no subirían, quedando duros.
Pero hace unos días volví a ver y leer sobre los bizcochos que se hacen sin necesidad de precalentar el horno, que es algo que viene por lo que he leído, de cuando empezaron a aparecer en las casa las estufas de gas (frente a los hornos de leña) a principios del s. XX y para que se pudieran hornear este tipo de bizcocho incluso en los cálidos días de verano.
No se si sirve para todo tipo de recetas, porque he visto que ambas recetas, tanto esta como el Bizcocho Elvis Presley, son similares (incluso en su cantidad desmesurada de azúcar… pero un día es un día).
Es cierto que no queda un bizcocho a lo mejor tan esponjoso como los que solemos preparar, pero su miga tiene una textura ligeramente como cremosa y el punto como caramelizado de la tierna corteza, hace que sea en conjunto una experiencia totalmente positiva.
Ahora solo me queda probar con alguna receta de algún bizcocho “tradicional” este modo de hornear desde frío, para ver si sirve para todo tipo de bizcochos.
BIZCOCHO DESDE HORNO FRIO
* 438 gr. de harina
* 1 cucharadita de impulsor
* 1 cucharadita de sal
* 355 ml. de leche
* 2 cucharaditas de extracto de vainilla
* 340 gr. de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
* 600 gr. de azúcar
* 6 huevos a temperatura ambiente
* Azúcar glas para espolvorear (opcional)
Mezclamos la harina con el impulsor (levadura química) y con la sal y reservamos.
Por otro lado mezclamos la leche con el extracto de vainilla y reservamos igualmente.
Batimos la mantequilla hasta que nos quede cremosa, unos 3 minutos.
Vamos añadiendo a la crema de mantequilla el azúcar poco a poco, hasta conseguir una mezcla ligera y esponjosa, unos 3 minutos.
Incorporamos los huevos uno a uno, sin añadir el siguiente si el anterior no está bien integrado, hasta conseguir una masa bien cremosa.
Comenzamos a incorporar las mezclas de harina y de leche. Vamos a incorporar la harina en tres veces, alternando con la de la leche, empezando por la harina y terminando también con ella.
Una vez esté todo bien integrado, llevamos a un molde bien engrasado y enharinado y metemos en el HORNO FRIO. Programamos unos 55 minutos a 165º C.
Cuando esté listo, dejamos enfriar dentro del molde sobre una rejilla durante 20 min., luego le damos la vuelta hasta que enfríe por completo.
Una vez frío desmoldamos y podemos espolvorearlo con azúcar glass.
* 438 gr. de harina
* 1 cucharadita de impulsor
* 1 cucharadita de sal
* 355 ml. de leche
* 2 cucharaditas de extracto de vainilla
* 340 gr. de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
* 600 gr. de azúcar
* 6 huevos a temperatura ambiente
* Azúcar glas para espolvorear (opcional)
Mezclamos la harina con el impulsor (levadura química) y con la sal y reservamos.
Por otro lado mezclamos la leche con el extracto de vainilla y reservamos igualmente.
Batimos la mantequilla hasta que nos quede cremosa, unos 3 minutos.
Vamos añadiendo a la crema de mantequilla el azúcar poco a poco, hasta conseguir una mezcla ligera y esponjosa, unos 3 minutos.
Incorporamos los huevos uno a uno, sin añadir el siguiente si el anterior no está bien integrado, hasta conseguir una masa bien cremosa.
Comenzamos a incorporar las mezclas de harina y de leche. Vamos a incorporar la harina en tres veces, alternando con la de la leche, empezando por la harina y terminando también con ella.
Una vez esté todo bien integrado, llevamos a un molde bien engrasado y enharinado y metemos en el HORNO FRIO. Programamos unos 55 minutos a 165º C.
Cuando esté listo, dejamos enfriar dentro del molde sobre una rejilla durante 20 min., luego le damos la vuelta hasta que enfríe por completo.
Una vez frío desmoldamos y podemos espolvorearlo con azúcar glass.
NOTA: El bizcocho lo hice el sábado y hoy, 2 días mas tarde, sigue igual que el primer día (dicen que dura hasta 5 días en perfectas condiciones)
Yo tenía mis dudas también.
ResponderEliminarPero las panificadoras, en uno de sus programas, amasa y posteriormente, pasa al horneado.
O sea del amasado en frío, se encienden las resistencias y hornea.
Por eso quería hacer la prueba, porque siempre hemos dicho que la bollería había que hacerla con el horno precalentado y no me podía imaginar que en frío quedará un bizcocho tan bueno
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