La alta gastronomía mexicana se aglutina en un espacio donde impera el diseño, la distinción y un servicio impecable
El alma de México llegó a Valencia el pasado mes de marzo de la mano de Ameyal, un nueva propuesta de alta cocina que abrió sus puertas en la calle Conde Salvatierra, 39.
Ameyal, como su nombre indica en la lengua nahuatl, es un manantial de riqueza cultural que brota de cada rincón de este restaurante. Tanto la decoración como la gastronomía que ofrece destierran de manera efectiva los estereotipos que se han instalado en el imaginario popular sobre lo que significa el verdadero México.
Este restaurante un aura especial, transmite cercanía, comodidad y paz desde el mismo momento en el que se cruza el umbral, quizá por el diseño tradicional pero elegante que ha sabido plasmar el arquitecto mexicano Alejandro Garzón.
El chef Mauricio Gómez, un enamorado de España, ha vuelto a nuestro país con el objetivo de ponerse al frente de la cocina de Ameyal para “alejar de la mente de los valencianos la creencia de la cocina mexicana es solo burritos y nachos, y que toda nuestra comida pica, porque es un concepto totalmente tergiversado porque nuestra cocina es mucho más rica en matices y sabores, lo que ocurre es que desgraciadamente lo primero que llega es el fastfood”.
Además, en Ameyal se trabaja con la temporalidad de los productos, dado que gran parte de ellos se trae directamente desde México. Así cada mes entran y salen platos de la carta en función de la temporada de los productos en su país de origen.
El plato estrella del restaurante, que además es el que está gustando más entre el público valenciano, es el guacamole, que se prepara en mesa ante la mirada de los comensales.
En la actualidad, y tras realizar un menú basado en el aguacate, se ha creado un menú degustación que tiene el maíz como hilo conductor. Además, se ha creado un menú Ejecutivo que se sirve únicamente de martes a viernes a mediodía y que es más reducido que el degustación.
La bodega está nutrida por una amplia carta de vinos españoles y mexicanos, cavas, champagnes y digestivos.
En el restaurante hay dos zonas diferenciadas y por lo tanto cada una de ellas tiene una carta concreta. La primera zona, vestida en tonos azules, grises y blancos es la mezcalería donde destaca la coctelería mexicana a base de tequila, mezcal y raicilla, entre otros. En ella además, “se sirven antojitos que es la versión de la tapa española, que es un poco más relajada, más casual pero con sabores muy bien definidos y resaltados”, explican
En el restaurante, el comensal va a poder realizar un recorrido gustativo y aromático por los platos típicos de los principales estados mexicanos, reinventados para elevarlos al olimpo de la alta gastronomía mundial.
Ir a Ameyal es como dice su chef Mauricio Gómez “una experiencia sensorial, entra por los ojos, por la nariz y al final por la boca. Nuestra cocina es muy rica en aroma y en sabor es una explosión sabores muy diferentes, de manera que tanto si conoces México como si no, te vamos a llevar a él a través de la comida y del servicio”.
Es fundamental decorar adecuadamente un restaurante para lograr el éxito deseado. La ambientación y el estilo deben reflejar la temática del lugar y crear una atmósfera acogedora que invite a los clientes a disfrutar de una experiencia gastronómica única.
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