Encuéntranos en Google+. Comoju: Restaurante
Mostrando entradas con la etiqueta Restaurante. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Restaurante. Mostrar todas las entradas

6 de noviembre de 2025

La huerta valenciana conquista la zona de Aragón con el segundo restaurante de La Barraquita

* Con una sede ya consolidada en la zona marítima, la firma valenciana se acerca al centro de la ciudad, inaugurando un espacio más amplio y centrado en la cocina mediterránea. 

* Raciones para compartir, carnes y pescados a la brasa, y arroces en llanda son las principales propuestas de un restaurante que también ofrece menú del día por un precio competitivo.

 


La huerta como elemento vertebrador de Valencia, y la barraca como uno de los símbolos de la misma. Con la idea de acercar el campo valenciano al centro de la ciudad, La Barraquita inaugura el segundo restaurante de la firma en la zona de Aragón, una vez consolidada su presencia junto al mar en La Marina de Valencia. Concretamente, el nuevo establecimiento se ubica en la Plaza Periodista Ros Belda, 6, haciendo esquina con la calle Antonio Suárez, lo que se considera el barrio de Mestalla, uno de los más vivos a nivel gastronómico. En este sentido, La Barraquita tiene claro que quiere posicionarse como ese lugar en el que disfrutar de una comida o cena con amigos y familia, apostando por la cocina mediterránea de siempre.  



Sin complicaciones, pero con honestidad: en La Barraquita podemos disfrutar de tapas al centro, carnes y pescados a la brasa o arroces en llanda. El recetario característico de Valencia, pues la marca defiende la esencia, la despensa y el recetario local. En palabras de José Vicent, gerente del restaurante, el nuevo local nace con el objetivo de “acercar a mucha más gente nuestra identidad y propuesta. No buscamos desmarcarnos con una carta muy original, sino hacer lo de siempre, pero bien ejecutado y mejor servido”. Es por ello que el restaurante también dispondrá de un menú sencillo para trabajadores de la zona, por un precio muy competitivo (17,50 euros por persona), que incluirá varios entrantes al centro, un principal y un postre, en la línea de su cocina y según temporada. 

Este es el segundo local de La Barraquita en Valencia. Desde mayo de 2023, La Barraquita Beach se ha posicionado como uno de los restaurantes referentes de la zona marítima de la ciudad. Ubicado en el Camí del Canal, 91, tiene gran afluencia en los meses de primavera y verano, cuando el buen tiempo acerca a los comensales a la orilla. Orgulloso de la trayectoria del primer restaurante, José Vicent tomó la decisión de que La Barraquita se acercara al centro para llegar a nuevos públicos: “Cada vez, tenemos más gente que nos visita y repite. Es por ello que pensamos en abrir cerca del centro y, de repente, apareció esta oportunidad por la zona de Aragón. Llegamos con mucha ilusión, y esperamos que este crecimiento solo sea el comienzo de nuevos proyectos de futuro”.



¿Qué se come en La Barraquita?

La propuesta de cocina del restaurante valenciano está pensada para disfrutar en compañía, bien sea con familia o amigos, compartiendo raciones al centro. Es por ello que la carta está dividida en dos secciones: una para empezar picando algunos platos y, otra, centrada en la brasa,  donde lucen las carnes y pescados.
Destacan elaboraciones como el gofre bravo de patata o croquetas clásicas, como la de jamón ibérico y la de centollo y gamba roja, las cuales resumen a la perfección la cocina del restaurante: tapas de siempre, con un giro actual. Ejemplo de ello también es el ravioli casero de panceta y boletus o la versión del fartón con queso camembert, sobrasada y cebolla caramelizada. Además, como platos más completos cocinados a la brasa, La Barraquita presume de su chuletón de vaca madurada de un kilo, con bonito frito y pimientos caramelizados. Si hablamos de arroces, La Barraquita apuesta por cocinarlos en llanda, como el del Senyoret, demandando mucho en el local de la zona marítima, y que ahora se podrá degustar en el local del barrio de Mestalla.  



La Barraquita abre sus puertas de martes a domingo, en diferentes tramos horarios. Los martes y miércoles ofrece servicio de comidas entre las 13h y las 17h; jueves, viernes y sábados, repite el horario de apertura de las comidas, además de también abrir para dar servicio de cenas entre las 20h y las 01h. Y, los domingos, vuelve a abrir sus puertas a la hora de la comida, de 12h y 17h. El nuevo espacio de La Barraquita en el barrio de Mestalla también refleja esta filosofía culinaria relajada y abierta, en un entorno luminoso, con una decoración de clara inspiración mediterránea. Los grandes ventanales conectan el interior con el exterior, creando una sensación de amplitud y calidez.

Así que aquí, en La Barraquita los comensales pueden disfrutar de sabores familiares con un toque contemporáneo, recordando que la esencia de la gastronomía valenciana reside en la sencillez bien ejecutada. Cada plato es una apuesta por los clásicos reinterpretados y un homenaje a la barraca como símbolo de hogar y encuentro. Una experiencia real en el corazón de la ciudad. Porque, a veces, la cocina sencilla es justo la que más se necesita.

28 de octubre de 2025

Casa Pescadores: el alma marinera del Cabanyal revive entre redes, brasas y sobremesas eternas

* El esperado proyecto de Grupo Mercabanyal y Jugando con Fuego, situado en primera línea de la playa del Cabanyal, rinde homenaje a la tradición gastronómica de los antiguos merenderos valencianos

* Nacido de una antigua casa de pescadores y carpintería naval, el espacio contará con una zona de restaurante, dirigida por los cocineros de Flama, y otra de bar, donde celebrar el buen hacer casero y las largas sobremesas


 
El próximo miércoles 5 de noviembre, el barrio del Cabanyal verá homenajeada su esencia marinera con la apertura de Casa Pescadores, un proyecto gastronómico fruto de la colaboración entre Grupo Mercabanyal y Jugando con Fuego, que además contará con una cocina impulsada por el equipo del restaurante Flama, con Edu Espejo como asesor gastronómico y Marcos Moreno al frente del servicio diario. Situado en una antigua vivienda de pescadores y carpintería naval, en la calle José Ballester Gozalvo 51, mirando directamente a la playa del Cabanyal, el restaurante rinde homenaje a la tradición marinera, la cocina casera y la vida junto a la orilla.


 
Queríamos que el alma del barrio siguiera viva en cada rincón”, explican Hugo Cerverón y José Miralles, impulsores del proyecto. “Crecimos oliendo la madera húmeda y escuchando el mar. Esta casa es un homenaje a esa memoria”, evocan. Remos, anclas y herramientas originales decoran un espacio donde se detiene el tiempo.


La cocina de los antiguos merenderos

Casa Pescadores es, ante todo, un restaurante que reivindica la cocina honesta, basada en el producto de mar y el recetario tradicional. El hecho de que Espejo y Moreno se pongan tras el fogón es ya un aval de calidad, pues ambos son conocidos por el buen tratamiento de los pescados, mariscos y el resto de la despensa local. Ahora bien, a la hora de comer, el espacio se divide en tres ambientes bien diferenciados con ofertas gastronómicas distintas: el bar tradicional, la parrilla y el restaurante

En el primero, una gran barra central preside el local, y en ella se sirven tapas clásicas, como ensaladilla con capellán a la llama, bravas, sepia con mahonesa, calamar relleno de blanquet i alls tendres o tellinas con tomate. Estos platos conviven con el producto de lonja expuesto a diario, pues la oferta tendrá gran dependencia de lo que ese día hayan traído los barcos de pesca. “El que llega pronto elige”, subraya José Miralles, en lo que supone una apuesta por la frescura del producto. Asimismo, esta decisión supone todo un homenaje a sus raíces, pues recuerda a aquellos merenderos de su infancia, repartidos por las playas valencianas en la década de los 70, “donde se comía el género que había cada día”. La especialidad, cómo no, era el pescado en todas sus versiones.
 


La cocina del bar se completa con una oferta de guisos tradicionales, como el cap i pota, el rabo de toro ‘Victoria’ o la lengua de ternera guisada, sin olvidar la línea de ibéricos, conservas y salazones, reflejo de la cultura marinera más auténtica.

Saltemos al espacio contiguo: en la parrilla del restaurante, conocida como ‘La Jefa’, el ambiente se vuelve más sobrio y elegante. Aquí se trabaja con una carta reducida y producto de temporada, cocinado al momento sobre las brasas. En palabras del chef Edu Espejo, “tendremos conejo, codorniz, chuletillas y, por supuesto, pescado de lonja, desde rape hasta lubina y salmonete, pasando por el lenguado meuniere a la brasa”, explica. Comprarán al día, marcarán los pesos y los precios en la pizarra, “y cuando se acabe, se ha acabado”. Su compañero Marcos Moreno, insiste en la vocación de que cada plato “conserve el espíritu de los antiguos merenderos y casas de comida, donde se servía cocina sencilla, directa, sin artificios, con el sabor del fuego y el mar”.
 


La propuesta del restaurante se completa con un menú a mesa puesta, sin carta, donde los comensales podrán disfrutar de tres entrantes y un segundo, a elegir entre arroz, carne o pescado a la brasa. El postre mantiene la coherencia del relato: un clásico pijama, ligeramente reinterpretado, cierra la experiencia con un toque nostálgico. “Queremos cuidar al comensal, que no sienta la urgencia de los turnos. Estamos en un espacio pensado para alargar la sobremesa. Aquí, la prisa no existe”, afirma Hugo Cerverón.
 


Por último, la carta de bebidas refleja la personalidad de cada espacio: cerveza y una selección de vinos en el bar; vinos valencianos y champagnes por copas en la parrilla, junto con cócteles inspirados en destilados locales. Por ejemplo, un Bloody Mary muy especial, que se convertirá en santo y seña de esta zona, o una reinterpretación con cazalla al estilo Gin Fizz. El restaurante, por su parte, ofrecerá una selección más reducida de cócteles —únicamente, dos o tres creaciones—, con una bodega sólida y clásica, donde habrá guiños especiales, como los vinos Fondillón de Alicante.


Un viaje entre lo industrial y lo marino

En Casa Pescadores se come, pero también es un espacio muy bello, con una ubicación y un interiorismo singular. La decoración y la diferenciación de espacios reflejan el espíritu único del grupo Mercabanyal, siempre preocupado por preservar el verdadero carácter de los inmuebles del barrio, combinando en esta ocasión el encanto marino con la estética industrial. Esto no es casual: el bar y la parrilla se ubican en lo que antes era una carpintería naval, un espacio donde se trabajaban barcos de recreo y barcas de pesca.

Los visitantes podrán descubrir cuadros con maquetas de barcos construidos en el lugar, mientras que una de las máquinas principales del astillero se ha transformado en mesa. Herramientas, remos y estanterías hechas a mano con vigas recuperadas de una casa reformada del barrio completan la ambientación. Las lámparas, también artesanales, contribuyen a esta puesta en valor de la herencia cultural, que se combina con elegancia y diseño: todo el mobiliario de la zona de la parrilla lo firma Francesc Rifé, galardonado como Mejor Diseñador Nacional en los Premios de Interiorismo 2025.
 


Por su parte, la zona del restaurante, ubicada en la antigua casa de Ricardo Palau, de Astilleros Palau, ha requerido un trabajo minucioso de insonorización y de recreación fiel del inmueble original. “En el restaurante debes sentir que estás comiendo en una casa real, junto a la familia; en el bar, te encuentras en un astillero”, destacan desde el grupo. De este modo, el restaurante únicamente abrirá sus puertas a mediodía, dejando el pase de cenas exclusivamente para el bar, pues su espíritu es el de alargar las horas en el comedor hasta que el comensal desee. Ante todo, estamos en un lugar para ser felices.

En definitiva, Casa Pescadores defiende la sobremesa como un tesoro cultural. “Nuestra apertura es también una reivindicación: recuperar ese estilo de vida que existe frente al mar, en contra de la prisa, los turnos y la comida sin alma”, afirman desde el equipo, y concluyen: “La sobremesa es más que un hábito: es una forma de entender la vida”. Así que un restaurante, sí, pero también un proyecto donde se devuelve el protagonismo a las antiguas casas del mar, donde se compartía, se celebraba y se disfrutaba de la vida.
 


Información para el comensal

Casa Pescadores
abre sus puertas el próximo día 5 de noviembre. Su horario será de miércoles a viernes, a partir de las 12 horas, y los fines de semana, desde las 11 horas. Permanecerá cerrado los lunes y martes. El restaurante y la parrilla requieren reserva previa, mientras que en el bar se puede disfrutar del ambiente sin necesidad de reservar. En el restaurante no se ofrecen cenas, únicamente comidas con sobremesa, aunque en la parrilla sí es posible comer y cenar. Las reservas ya están disponibles a través de su página web: www.casapescadorescabanyal.com

Apertura: Miércoles, 5 de noviembre de 2025
Horario: De miércoles a viernes, desde las 12 horas; fines de semana, desde las 11 horas
Ubicación: Calle José Ballester Gozalvo 51, Cabanyal (Valencia) 

14 de marzo de 2024

Llega la gran apuesta gastronómica de El Gordo y El Flaco: Ikon recibe a El Gordo de Cortes

* El nuevo espacio se ubica en el bajo del que, actualmente, es el edificio residencial más alto de Valencia: la Torre Ikon, en la Avenida Cortes Valencianas.

* Los hermanos y propietarios Salva y Pablo Martínez (GyF) traen a la capital su concepto más gastronómico hasta la fecha, basado en la calidad del producto.


 
Un aterrizaje nunca es sencillo, sobre todo cuando las expectativas son altas. En este caso se combinan ambos elementos: la llegada de un nuevo espacio gastronómico a Valencia, con la firma del grupo restaurador El Gordo y El Flaco, y su situación en la planta baja del rascacielos más popular del momento, la Torre Ikon. El Gordo de Cortes constituye una apuesta muy seria, con cocina basada en el producto de calidad y una sala cuidada al extremo. “Tras El Gordo y El Flaco de Bétera, queríamos ir un paso más allá y generar un espacio que siguiera la tradición local, pero tuviera aire refinado”, explican los hermanos y propietarios Salva y Pablo Martínez (GyF).



Y así ha sido, porque bajo una estética elegante y minimalista -de la mano del arquitecto Antonio Altarriba-, el restaurante no deja de servir platos de mercado y recetas tradicionales, solo que actualizadas y presentadas de forma más elegante. Todo ello se combina con un interiorismo distinguido, a partir de materiales y mobiliario de primer nivel, como cabe esperar de un espacio situado en el bajo de Ikon (Avenida Cortes Valencianas, 47). El edificio residencial, diseñado por Ricardo Bofill y con más de 110 metros de altura, aspira a convertirse en ‘icono’ nada más acceder a la ciudad de Valencia. E igualmente, el restaurante de El Gordo y El Flaco (GyF) desea ser el emblema gastronómico del grupo hostelero nacido en Bétera.


 
De esta manera, El Gordo de Cortes se suma a los más de veinte establecimientos con los que ya cuenta la compañía en toda la provincia, bajo las firmas Lamburguesa, Paffuto, Taberna Gordinflón, La Mar de Flaca, Delgadito Gastrobar y El Gordo y El Flaco.


Cocina de mercado

Era momento de revisitar los clásicos de siempre, pero sumar algo más”, explica Salva. Para alcanzar la excelencia, el restaurante cuenta con el chef Rubén Puchol, quien tiene 15 años de trayectoria y está especializado en la cocina de producto preparada a fuego lento. Entre sus objetivos está “recuperar las largas cocciones y las elaboraciones cuidadas de toda la vida, aquellas que nos recuerdan a la cocina de siempre, la del ‘chup chup’ que ya no se practica con frecuencia”, afirma. Lo cual no exime de que haya algunos platos más internacionales, puesto que “estamos en una ubicación donde también hay público turista, de negocios y gente más joven”, admiten.


 
Por tanto, la carta, disponible todos los días del año, en horario de 13.00 a 23.30, está dividida en varias secciones: la de ibéricos y quesos, los entrantes fríos y calientes, y los platos principales. En este punto, pasamos a las carnes a la parrilla, una de las fortalezas del establecimiento, así como a las fideuás y arroces, preparados a partir de producto fresco y de calidad. Por supuesto, también hay tapas clásicas y dulces icónicos. ¿Con más detalle? Aquí va un pequeño adelanto de algunos de los platos que pueden degustarse en El Gordo de Cortes, conocidos por todos, solo que revisitados desde su fogón:


 
La sepia encebollada, un entrante caliente para abrir el apetito. La cebolla, que es el primer paso para darle forma, se pocha lentamente durante 7 horas, para después acompañarse de huevo a baja temperatura y tierna papada ibérica.


 
La titaina, un clásico originario del barrio de El Cabanyal, donde siempre se ha practicado una cocina marinera debido a su proximidad a la costa. La titaina de El Gordo de Cortes es ligeramente diferente, dado que el atún se prepara a baja temperatura, logrando una textura suave que se desmiga en el plato. En último lugar, se le añaden encurtidos, copos de bonito ahumado y un huevo frito.

 

Y por supuesto, la famosa paella valenciana de pollo, conejo y pato, además de alcachofas y caracoles, conforme establece la tradición. Con ingredientes frescos y una fina capa de arroz, imprescindible si visitas el restaurante. También destaca el arroz al horno, el de toda la vida, cocinado en cazuela de barro.

Son solo algunos ejemplos de esa propuesta gastronómica casera, que se completa con carnes como el entrecot de Mamet o la vaca rubia gallega, y los pescados salvajes, entre los que se cuenta la pieza de kilo de rodaballo o el gallo de San Pedro, ambos servidos enteros en la mesa. Y por supuesto, fuera de carta, dado que dependen del mercado.


 
¿Con qué acompañarlos? En lo que a carta líquida se refiere, el restaurante cuenta con una amplia bodega de vinos blancos, tintos y rosados. De diferentes denominaciones de origen, de modo que la travesía puede empezar con un AS Sortes (D.O. Valdeorras), el Ossian Verdejo (Viñas Viejas de Segovia) o un clásico Castillo de Ygay (D.O. Rioja), para acabar regresando a casa con un Materia Bobal (D.O. Utiel-Requena). Y por supuesto, las referencias internacionales, que viajan desde Francia hasta Argentina.



Por todo lo alto

Así es como El Gordo de Cortes quiere llegar a la ciudad: por todo lo alto. Y no solo gastronómicamente hablando, puesto que también el diseño responde a una propuesta ‘de altura’, dada la importancia que tiene la sala en la experiencia del restaurante. Para vestir el local, el grupo ha contado con la firma Antonio Altarriba Arquitectos, que ha pensado en un interiorismo “capaz de transportar al comensal a un entorno de lujo". El local tiene capacidad para 90 personas, además de dos reservados -el Redondo o el Imperial- que pueden acoger hasta a 16 comensales. ¿Y la terraza? Aunque todavía no está estrenada, el restaurante ya está trabajando en una propuesta de cara al buen tiempo.



Cobran protagonismo los amplios ventanales, que iluminan cualquier rincón del local, y se suma la sofisticación de la madera y la porcelana. “Teníamos claro que, aunque fuera una localización única por sí misma, la decoración era muy importante, y en este sentido, buscábamos la sobriedad y la elegancia”, destacan los hermanos Martínez, porque “el espacio ha de acompañarte en la experiencia y, sobre todo, invitarte a volver siempre que quieras”. Lo saben bien, gastrónomos como son, y amantes del producto y el vino, que también tienen gran protagonismo en su casa madre de Bétera: El Gordo y El Flaco.


 
A veces, el placer requiere de cierta altura. Porque desde arriba, podemos mirar con perspectiva y contemplar todo el recorrido. La llegada de El Gordo de Cortes no es pura casualidad, sino fruto del esfuerzo por resignificar la gastronomía que este grupo valenciano lleva haciendo desde 2009. “Ahora es momento de consolidar la apuesta. Como apasionados de lo culinario, nos hacía falta dar el paso con un proyecto de esta categoría, para sentirnos de verdad realizados”, concluyen Salva y Pablo Martínez.

Tendrán tiempo de disfrutar de las vistas.

6 de diciembre de 2023

La Nueva Vida de Marina Restaurante (Valencia) con Quique Barella: Una Pareja con Todo el Sabor del Mediterráneo

* Ubicado en el complejo Marina Beach Club de Valencia, este restaurante entra en una nueva etapa bajo la dirección del cocinero Quique Barella; el chef valenciano lidera una propuesta gastronómica de calidad y para todos los públicos, con el arroz y la cocina tradicional mediterránea como protagonistas.

* La cercanía al mar define la esencia del establecimiento –que también ofrece una carta de comida japonesa–, con terraza y un enorme salón circular acristalado para disfrutar de las mejores vistas de la playa de Las Arenas.

* Marina Restaurante cuenta con una bodega compuesta por más de 165 referencias nacionales e internacionales, con una importante presencia de vinos de las distintas denominaciones de origen de la Comunidad Valenciana.
 


Las bondades de Valencia van del mar a la montaña, del norte al sur y del mercado a la mesa. Un territorio con raíces, con una arraigada tradición culinaria, pero al mismo tiempo abierto al mundo, y que tiene en Marina Restaurante (Valencia) el mejor escaparate. Ubicado dentro del complejo Marina Beach Club, en la zona de la Marina de Valencia, este establecimiento vive una nueva etapa bajo la dirección de uno de los chefs más conocidos de la terreta, Quique Barella, quien cuenta con una amplia trayectoria en el circuito nacional —El Celler de Can Roca, Ca Sento, Café de Oriente, etc.—. Desde hace cinco meses, el valenciano está volcado en este proyecto, para el que ha ideado una propuesta mediterránea de calidad, con el arroz y la cocina de siempre como marca de la casa.

Marina Restaurante es el buque insignia de Marina Beach Club. Abierto desde 2016, el complejo es único en Valencia y en España —su propietario, el empresario hostelero Antonio Calero, se aventura a decir «único en el mundo»—. Con más de 5.000 m², el recinto ofrece una oportunidad sin igual de ocio y gastronomía, con dos restaurantes (Marina Restaurante y El Portet), terraza y zona de hamacas (también con servicio de restauración) y un club con espectáculos musicales. Una experiencia 360 que permite al cliente tomar el sol en la zona de hamacas al mediodía, comer en sus restaurantes, relajarse en la terraza por la tarde y finalizar la noche en el club de la mano de los DJ del momento.
 


 
PAISAJE, SABOR Y CALIDAD
Con la llegada de Quique Barella, embajador de la cultura culinaria mediterránea, la gastronomía toma el protagonismo que se merece en Marina Restaurante: una oferta de nivel acorde a la ubicación excepcional, a los pies de la playa de Las Arenas y con un aforo de casi 500 personas, entre salón y terraza. Marina Restaurante encierra la esencia de la restauración consciente y sencilla. La carta, basada en el producto de temporada y procedente de proveedores locales, introduce progresivamente nuevas propuestas, en línea con la filosofía de proyecto vivo y cambiante. El resultado en la mesa son recetas reconocibles, pero con un toque de modernidad de la mano de una presentación llamativa y cargada de color. La cercanía al mar y al marinero barrio del Cabanyal marcan la esencia mediterránea de la oferta gastronómica del local, que también dispone de una carta de cocina japonesa. 



Los comensales pueden comenzar el recorrido en Marina Restaurante con entrantes como la ensaladilla (con langostinos, zanahoria, encurtidos y mayonesa de txangurro), el aguachile de gamba y lubina (con jugo de lima y manzana verde), las croquetas caseras (de jamón ibérico, bogavante, espinacas con queso ricotta y chipirón), los huevos fritos acompañados de gamba cristal, patatas paja y emulsión de marisco, la tortilla de bacalao con cebolla caramelizada y el pulpo braseado sobre una espuma de salsa verde y polvo de avellanas y café. Entre las ensaladas, la de tomate valenciano con anchoas y ventresca de atún con tres cebollas encurtidas y granizado de gazpacho. 
 


El apartado de pescados y carnes cuenta con una variada oferta: bacalao a la vizcaína, dorada entera y a la brasa, lubina de lonja con ligero pilpil y cremoso de coliflor, albóndigas al Jerez, steak tartar de solomillo, txuleta New York Steak, una jugosa hamburguesa bañada en salsa de queso cheddar o el jarrete meloso de cordero lechal (cocinado a baja temperatura, con parmentier de patatas y jugo de cordero) son algunas de las propuestas, que pueden ir acompañadas de patatas fritas, pimientos del piquillo o verduras al Josper como guarniciones. 



Pero, sin duda, el plato estrella de Marina Restaurante son los arroces. El equipo cuenta con el asesoramiento del reputado maestro arrocero Juan Carlos Galvis para ofrecer al cliente la mejor versión de este plato, ya sea en sus formas más clásicas o en sus vertientes más innovadoras. Entre los arroces secos, la carta incluye la clásica paella valenciana y de verduras, que se suman al arroz negro, del senyoret, de pato con setas, de bogavante o de txuleta madurada; los arroces melosos incluyen especialidades de verduras, pollo campero o marisco. La fideuá también tiene su hueco con dos opciones: de boletus y foie y de pescado y marisco de Gandía. 
 
Entre los postres, el arroz con leche, el flan casero de yema de huevo con chantilly al Armagnac envejecido o la tarta de queso (una mezcla de crema, mascarpone y azul). Además, para los comensales que deseen una oferta cerrada, con platos de la carta, el restaurante ofrece de martes a jueves al mediodía un menú compuesto por entrante, principal y postre o café por 19,90 euros.
 

Aquellos que quieren darle un toque internacional a su experiencia gastronómica en Marina Restaurante tienen a su disposición una carta de comida japonesa. De esta propuesta destacan las gyozas, el sashimi de atún o de salmón, la ensalada de wakame o diferentes tatakis, además de diferentes nigiris —de atún, gambas o salmón—, baos y urakamis, ramen o noodles. En el apartado de postres, no falta uno de los grandes clásicos nipones, los mochis.


BODEGA Y DECORACIÓN CON SELLO VALENCIANO
La bodega del restaurante, visible para los clientes y con una sorprendente cava vertical acristalada, está compuesta por más de 165 referencias nacionales e internacionales, con una importante presencia de vinos de las distintas denominaciones de origen de la Comunidad Valenciana. Hay propuestas de vinos tintos, blancos, rosados, generosos, dulces, espumosos y champagnes.

El carácter valenciano se percibe no solo en la carta gastronómica y vinícola, sino también en la decoración, a cargo de empresas de la zona como Andreu World, Gandía Blasco, Point, Skyline, Vondom e Iluminación Flos, que firman el mobiliario o la iluminación. Sin embargo, son dos los elementos decorativos que destacan en este restaurante: un olivo y una lámpara de madera de vareta firmada por el artista fallero Manolo García. Con forma de medusa, está realizada con este material flexible, que habitualmente se emplea en las fallas y cuya maleabilidad permite crear formas originales. Esto se une a las líneas depuradas y a los tonos naturales que priman en el salón.


QUIQUE BARELLA: PASIÓN POR LA TIERRA
El idilio de Quique Barella (Grao, Valencia) con la cocina comenzó siendo él muy joven; sus padres tenían un bar de barrio, por lo que con 14 años ya sabía de primera mano lo que era trabajar en la hostelería. Barella cursó los estudios de Dirección de Cocina en la Escuela de Hostelería Costa de Azahar de Castellón. Tras finalizar su formación, pasó por grandes restaurantes como El Celler de Can Roca (Girona), Café de Oriente (Madrid) o Ca Sento (Valencia). En 2003 y hasta 2006 fue jefe de cocina del restaurante El Alto de Colón, donde consiguió un Sol Repsol; a partir de ahí, desempeñó las funciones de chef ejecutivo del Grupo El Alto durante 12 años. Además, en 2008 fue nominado a Cocinero Revelación de España en Madrid Fusión. Con el corazón siempre palpitando por su tierra natal, en 2012 abrió su propio restaurante en Valencia, Q de Barella, junto a su mujer, Elsa Fuillerat; cerró sus puertas en 2016 y durante ese tiempo obtuvo diferentes reconocimientos, como la distinción Bib Gourmand de la Guía Michelin. Además, Quique ha ejercido como docente y formador de cocina, y tuvo un programa televisivo en la cadena Canal Cocina. Cuando se incorporó al equipo de Marina Restaurante, en mayo de este año, asumió este proyecto como un reto y una oportunidad para ser profeta en su tierra y difundir esa tradición culinaria de raíz valenciana a la que tan unido se siente.

3 de diciembre de 2023

Valencia acoge la ruta ‘Momentos Únicos by Brugal 1888’, capitaneada por la chef Vicky Sevilla #Brugal1888ElRonGastronomico

Comienza la tercera edición de una ruta nacional que combina alta gastronomía y alta coctelería de la mano de Brugal 1888

* La chef valenciana y estrella Michelin, Vicky Sevilla capitanea esta iniciativa desde su restaurante, Arrels, a través de un plato inspirado en Brugal 1888 y en una especial historia de amistad verdadera que podrá degustarse en exclusiva hasta marzo de 2024.

* Además de Arrels, otros 14 locales de Valencia acogerán la ruta ‘Momentos Únicos by Brugal 1888’ tras haber asistido a una master class impartida por la chef y el bartender Borja Cortina. Serán: Apotheke, Palacio Vallier, Atenea Sky Club, Varsovia Valencia, Éter, Only You Valencia, Euforia, NH Collection Valencia, Canalla Bistró, Kawori, Botadura Cocteleria, La Sastrería, Palau Alameda y Vaqueta.

* Cada local elaborará un plato maridado con Brugal 1888, un líquido caracterizado por un doble envejecimiento en barricas de Bourbon y Jerez, y una versión del clásico cóctel elaborado con este ron: Dark ‘n’ Stormy.

* En esta nueva edición, la ruta presenta una novedad. Los hosteleros de cada región, en este caso Valencia, realizarán sus propuestas de plato + cóctel y participarán en un concurso nacional que tendrá un ganador escogido por el chef Dani García.


Por tercer año consecutivo, ‘Brugal 1888: El Ron Gastronómico’ vuelve a ser protagonista en la hostelería nacional y, en concreto, en Valencia, con la ruta ‘Momentos Únicos by Brugal 1888’ para deleitar al público con excepcionales propuestas derivadas de la unión entre alta coctelería y alta gastronomía.


La ruta regresa a la Comunidad Valenciana, esta vez con parada en 14 locales dela capital, donde podrán degustarse sus propias propuestas gastronómicas creadas tras una master class guiada por el bartender Borja Cortina y la chef valenciana Vicky Sevilla en su restaurante, cuyo plato ha dado el pistoletazo de salida a la ruta en la región. 
 


Cada local elaborará un plato basado en Brugal 1888, un líquido doblemente envejecido en barricas de roble americano y Jerez Oloroso, y hará una versión del cóctel Dark ‘n’ Stormy, ya un clásico elaborado con este ron.


La chef Vicky Sevilla, la mujer más joven con una estrella Michelín y un Sol Repsol, es la encargada de capitanear esta ruta en Valencia, la cual se presentó el pasado jueves 30 de noviembre en su restaurante, Arrels. Vicky Sevilla diseñó para la ocasión un plato basado en los matices de este líquido doblemente envejecido y, como novedad, también en una especial historia de amistad de tres actores y grandes amigos: Silvia Alonso, Dafne Fernández y Antonio Velázquez
Su creación gastronómica, picaña al estilo Brugal 1888 (doblemente añejada), muselina de mejillones en escabeche picante, mejillones, escabeche de algas y hierbas, podrá degustarse en su restaurante, punto de partida de la ruta, mientras esta continúe en activo.



La cocina de Vicky Sevilla en Arrels es una cocina de memoria, donde el producto de cercanía y lo que el mercado y la temporalidad ofrece son la base de cada plato. Sus creaciones tienen un marcado toque vanguardista y su cocina de autor le otorga una genuina personalidad. Por ello, haciendo homenaje a su estilo, la chef valenciana ha creado un plato destacando la cualidad que hace de Brugal 1888 el ron gastronómico por excelencia: su doble maduración.  

 
He querido crear un plato que remarcase la esencia de Brugal 1888, de ahí que su doble añejamiento en barricas de Bourbon, en primer lugar, y en barricas de Jerez, en segundo lugar, hayan captado mi atención para crear esta carne que madura durante 120 días. Es, además, un plato que casa a la perfección con la anécdota que me contaron Silvia, Dafne y Antonio, sobre aquella escena que repitieron hasta la saciedad en Tierra de Lobos. Todo lo que vale la pena requiere tiempo y repetición”, explica la chef.



Además del restaurante Arrels, los 14 locales valencianos que acogerán la ruta ‘Momentos Únicos by Brugal 1888’’ en esta edición son: Apotheke, Palacio Vallier, Atenea Sky Club, Varsovia Valencia, Éter, Only You Valencia, Euforia, NH Collection Valencia, Canalla Bistró, Kawori, Botadura Cocteleria, La Sastrería, Palau Alameda y Vaqueta.


Brugal 1888: ¿Por qué es ‘El Ron Gastronómico’?

Brugal 1888 es la fuente de inspiración perfecta para la alta gastronomía debido a sus complejos matices organolépticos, producto de su doble envejecimiento primero en barricas de roble americano ex-bourbon y, posteriormente, para la segunda maduración, se conserva en barricas que previamente han contenido Jerez Oloroso.

Su color ámbar oscuro habla de este excelente proceso de maduración que, además, aporta olores especiados a chocolate, café, canela y frutos secos en nariz; mientras que su sabor extraordinario, ligero, pero de cuerpo completo en boca, posee notas sutiles de caramelo, madera y regaliz




‘Momentos Únicos by Brugal 1888’: la tercera edición de la ruta llega con una novedad

Momentos Únicos by Brugal 1888’ recorrerá desde ahora y hasta marzo de 2024 diferentes regiones del territorio nacional, con mayor foco en Valencia, Madrid, Bilbao, Sevilla y Málaga. Cinco ciudades ligadas a cuatro nuevos chefs protagonistas que suman 5 estrellas Michelin y hasta 4 Soles Repsol: Vicky Sevilla, Dani García, Julen Baz y Javier Muñoz.  

En esta edición, se incorpora una novedad. Los chefs y bartenders protagonistas de la acción han impartido en sus restaurantes una master class dirigida a locales de hostelería de su zona. De esa sesión saldrá la propuesta gastronómica que los consumidores podrán disfrutar en la ruta: un plato inspirado en Brugal 1888 y una versión del Dark&Stormy, un clásico cóctel elaborado con este líquido. Este año, la ruta tendrá un ganador que será elegido en Madrid por Dani García.

En total, más de 50 locales de hostelería de toda España pondrán a disposición de los consumidores experiencias gastronómicas maridadas alrededor de Brugal 1888 hasta marzo de 2024.

Los interesados en disfrutar de ‘Momentos Únicos by Brugal 1888’ y probar las diferentes propuestas gastronómicas podrán encontrar más información detallada de los locales participantes en las redes sociales de Brugal España

4 de diciembre de 2022

Casa Baldo, el clásico de la calle Ribera, regresa completamente renovado

* Grupo Gastro Trinquet recupera otro espacio emblemático de Valencia, como ya hiciera con El Trinquet de Pelayo o Vaqueta Gastro Mercat.

* Tras una profunda remodelación, el nuevo restaurante logra conservar el carácter costumbrista, actualizando el interiorismo y el recetario.

* Baldo rinde tributo a la Valencia de los años 50, cuando el centro de la ciudad era un hervidero de arte, deporte, farándula y cafés teatro.

 

 
Casa Baldo ya viste nuevo traje. Más apuesto y sofisticado, pero igual de valenciano y costumbrista. El emblemático negocio de la calle Ribera, dividido en tres locales, conserva su carácter histórico, en una reapertura que le debemos a Grupo Gastro Trinquet. Una empresa restauradora que tiene por costumbre la recuperación de espacios históricos de la ciudad, como ya sucedió en La Roqueta con El Trinquet de Pelayo o en Ciutat Vella con Vaqueta Gastro Mercat. Todos comparten un mismo tributo, precisamente por ese primer restaurante, Pelayo Gastro Trinquet, que nació en la Catedral de la pilota valenciana. La pasión por este deporte y la actualización del recetario valenciano son los dos fundamentos esenciales del joven grupo hostelero. 
 

 
Así se constata en su última apertura, Casa Baldo, que nació en 1915, en el epicentro de la Valencia señorial. Un establecimiento ligado a la época del espectáculo, la farándula y los cafés-terraza, como la cafetería Lauria, Barrachina, Casa Balanzá y el Café Metropol, que serán esenciales en el nuevo ciclo. Por todo ello, aunque se ha acometido una profunda restauración de este espacio histórico, a cargo del estudio Janfri & Ranchal, también se ha optado por mantener las divisiones de espacios -hasta tres locales diferenciados, más un comedor privado- y algunos elementos de épocas anteriores, como las ventanas de madera originarias o la recopilación de objetos y fotografías históricas relacionados con la pilota valenciana, que han sido recuperadas en colaboración con David Sarasol, director del Museu de la Pilota en Genovés. Además, en otro homenaje al diseño y la cultura valenciana, se han integrado piezas como la mano de pilotari del artista fallero Manolo García o los murales de cerámica valenciana del artesano Xavier Claur
 

Explican los responsables del grupo que su sello de identidad es transformar sitios “clásicos, emblemáticos y con solera” en espacios actualizados “para asegurarles una segunda vida”. También en lo referente a la oferta gastronómica, que una vez más queda a cargo del socio y chef Pablo Margós. “Lucimos la despensa mediterránea, esta vez con más barra y charcutería, además de una fuerte base de arroces tradicionales y de autor”, detalla. Todo ello sin renunciar a los habituales de la casa: sepia con mayonesa, gilda, bravas y la clásica ensaladilla de ahumados, siempre con su toque personal. 
 

 
Desde que Baldo se despidiera en febrero de 2021, afectado por un duro contexto de pandemia, la ciudad andaba llorando la pérdida de otro clásico en las inmediaciones de la Plaza del Ayuntamiento. Como una de las especialidades de Grupo Gastro Trinquet es revitalizar negocios en lugares clave -ya lo hizo en la calle Pelayo o en el Mercat Central-, repetirán algunas dinámicas anteriores. El nuevo restaurante se podrá disfrutar, tanto en los diferentes salones interiores como en una gran terraza a las calles Forners y Ribera, con horario ininterrumpido y todos los días de la semana. Habrá propuestas para desayunar, a la hora del almuerzo -otro de los grandes fuertes de este grupo gastronómico-, picaeta con vermú, comida tradicional y, por supuesto, la posibilidad de cenar de manera desenfadada en la barra o más sosegadamente en cualquiera de sus cuatro salones interiores.
 
 

En lo relativo a la oferta gastronómica, el restaurante manifiesta un profundo respeto por las recetas mediterráneas, basadas en el mercado, la proximidad y la temporada, pero como bien explican, no tiene prejuicios a la hora de rejuvenecer el recetario clásico. De este modo, los comensales encontrarán los entrantes clásicos que tanto gustan en el Trinquet, como el buñuelo cremoso o la titania marinera, pero también encontrarán más barra, laterío y charcutería, a base de jamón, gildas, torreznos, matrimonios, bocadillos por la mañana... Tampoco faltará una buena oferta de verduras y mariscos, carnes y pescados a la brasa, y la base fundamental del arroz. Margós siempre se mueve entre la ortodoxia -paella valenciana, arròs al forn, arroz de puchero- y las versiones de autor -cocotxas encebolladas con coliflor-.

 

 

27 de octubre de 2022

El Bar Ricardo celebra su 75 aniversario, de la mano de Richard y Susana, su tercera generación de hosteleros #75Aniversario #BarRicardo

* El bar Ricardo se ha consolidado durante los últimos años como una de las barras clásicas con más tráfico de la ciudad
 
* El producto de alta calidad, un equipo profesional y una cocina abierta durante todo el día, son algunos de los motivos de su longevidad

* El marisco fresco junto a las patatas bravas, la ensaladilla rusa y la sepia con mayonesa son sus bastiones de identidad
 

 
El Bar Ricardo celebra 75 años desde que la Sra. Amparo González y su marido, abuelos de los actuales hosteleros, abrieran sus puertas en la calle Dr. Zamenhoff, 16 de València. Por su cocina han pasado tres generaciones de hosteleros, una saga familiar que comenzó su recorrido con una bodega en la que se vendía vino en barriles y licores.

Actualmente, Ricardo Mirasol, conocido por todos sus clientes como Richard y Susana Salvador, nietos de la fundadora, continúan cosechando éxitos en la que es hoy una de las barras consolidadas más importantes de la ciudad, donde se cruzan cada día -de martes a sábado- vecinos del barrio, ejecutivos, deportistas y personajes varios de la sociedad valenciana.
 


Fundada en 1947, la barra del Bar Ricardo forma ya parte de la historia de la ciudad. Situada en el distrito de la Petxina, ha sido testigo y protagonista de los cambios políticos, sociales y económicos, y también de una pandemia que puso en jaque su trayectoria con un cierre inesperado, del que han salido reforzados.

La idiosincrasia del Bar Ricardo es su producto y también su saber hacer: “Presumimos de ser una barra democrática en la que cabe cualquier comensal amante del producto fresco y de las tapas más tradicionales. Susana y yo nos hemos esmerado mucho en respetar el concepto que propusieron nuestros antepasados, basado en la calidad y la proximidad”, explica Richard. “Para nosotros, estar aquí 75 años después, recibiendo el cariño que nos da todo el mundo que viene a nuestra casa, es el resultado de un trabajo humilde y honesto”, explica Ricardo Mirasol, gerente y jefe de sala del bar.


Marisco de primera y verdura de la huerta valenciana, las claves de la barra del Bar Ricardo

Cada año salen de la cocina y la barra del Bar Ricardo millares de raciones de bravas, ensaladilla rusa y de sepia con mayonesa, los tres platos insignia. 
 

 
Pero el marisco ocupa una posición importante en las comandas y en el arqueo de la caja. Los erizos, las zamburiñas, las almejas de carril, los mejillones, las clotxinas, las gambas rayadas, las tellinas, la langosta, las navajas y las ostras son las reinas del aparador.



Y por supuesto, está el pulpo, ese plato que, según los recuerdos de Richard, fue una introducción pionera de sus padres, que lo convirtieron en uno de los productos esenciales y protagonistas del local. De ahí su logotipo: un pulpo divertido y ya histórico.

Alrededor de la década de los ochenta, mis padres empezaron a cocer el pulpo entero y empezaron a servirlo en una tabla, era algo que llamó la atención en aquel momento y ahora es un clásico del bar”, recuerda Richard.


 
Con los mariscos y los pescados conviven los frutos de la huerta. Los tomates y las alcachofas de la terreta, de Kilómetro 0, comparten protagonismo de cara al público, haciéndose sitio en la cocina cada día para sus fieles comensales.

De los caracoles o el allipebre, a las alcachofas con foie y la langosta estilo Formentera, tradición y vanguardia en la cocina.
 
Bajo la mano de Susana en la cocina, el bar ha heredado tapas autóctonas como los caracoles, el allipebre y las habas, y ha ido proponiendo otras novedosas y también muy demandadas.

 

Las alcachofas en tempura con huevo trufado y foie, los erizos gratinados, la langosta estilo Formentera y el carpaccio de boletus, se encuentran entre estas últimas.


 
El servicio excepcional, con camareros que siguen las reglas de oro del oficio, es otro de los sellos de la casa. Esta atención sin mácula se consigue, según la pareja, por el trato cercano, el respeto y dignidad que confieren a la profesión hostelera, y los valores intangibles que ofrecen a los miembros del equipo, a los que consideran de la familia.


Y el secreto es…

Sin trucos, sin trampa ni cartón, lo que ha hecho posible al Bar Ricardo, en palabras de sus actuales gerentes “es que lo han llevado tres matrimonios, tres parejas involucradas hasta la médula en el bar. Esto no hubiera sido posible si no lo hubiera llevado a cabo con mi mujer”, confiesa Richard.

Susana ha bebido de la sabiduría familiar para preparar torrijas y tartas de queso inolvidables. Junto a Richard, son compañeros inseparables en las expediciones hechas a propósito para conocer lo que se cuece en otros bares y en los viajes que no están completos sin un tour gastro por lo mejor de cada lugar.


 
La cocinera reconoce que “últimamente se está dando más visibilidad a las mujeres en la cocina, aunque siempre hayan estado ahí”. “En la historia de la gastronomía no hemos estado igual de reconocidas que los hombres, cocinar era más una tarea doméstica que un arte. Afortunadamente, todo esto está cambiando y eso impulsa el talento femenino”, añade Susana.

Sobre si habrá cuarta generación, todo apunta a que sí. En sus cocinas y en su barra se prepara ya el relevo generacional. Uno de sus hijos, que limpiaba meros que le doblaban en tamaño desde que era un niño, ya ayuda a su madre tras bastidores, mientras que otro se prepara para la labor de cara al público.

Parece que la historia del Bar Ricardo continuará. 




 

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...